Cultivo
El trigo pertenece a la familia de las Poáceas (Gramíneas). Tiene raíces fasciculadas. El mayor o menor desarrollo de las raíces es función de muchos factores, tales como la textura del suelo, la época de la siembra, la mayor o menor cantidad de lluvia caída, su variedad, etc. Al comienzo de la fase vegetativa, el tallo se halla dentro de una masa celular que constituye el nudo de las macollas. Este tallo presenta brotes axilares, de los que se originan los macollos. El tallo se alarga durante el encañado y lleva 7 u 8 hojas envainadoras a lo largo de la longitud de un entrenudo. Las hojas son de nervadura paralela y terminadas en punta. La espiga se forma en el brote terminal. Cuando termina la macolla comienza a elevarse en el tallo, a la vez que este último se alarga en la fase de encañado. Al terminar el desarrollo del tallo aparece la espiga, envuelta en la última hoja. La espiga está constituida por un eje llamado central raquis, que lleva insertas las espiguillas alternativamente a derecha e izquierda. Estas espiguillas están unidas directamente al raquis. El trigo es planta autógama, es decir, que la fecundación de la flor tiene lugar antes que su apertura. La flor da lugar a un fruto único, denominado grano, que lleva un embrión o germen junto a la sustancia de reserva.